Sombrero negro - Seguridad Informática

Sombrero negro
Un hacker de sombrero negro es un hacker que viola la seguridad informática por razones más allá de la malicia o para beneficio personal.​ Los hackers de sombrero negro son la personificación de todo lo que el público teme de un criminal informático.​ Los hackers de sombrero negro entran a redes seguras para destruir los datos o hacerlas inutilizables para aquellos que tengan acceso autorizado. La forma en que eligen las redes a las que van a entrar es un proceso que puede ser dividido en tres partes:

  1. Elección de un objetivo: El hacker determina a que red irrumpir durante esta fase. El objetivo puede ser de especial interés para el hacker, ya sea política o personalmente, o puede ser elegido al azar. Luego, el hacker revisará los puertos de una red para determinar si es vulnerable a ataques, lo cual simplemente es probar todos los puertos de una máquina anfitrión en busca de una respuesta. Un puerto se define como una abertura por la que la computadora recibe datos a través de la red.​ Los puertos abiertos —aquellos que respondan— le permitirían a un hacker tener acceso al sistema.
  2. Recopilación de información e investigación: Es en esta etapa que el hacker visita o hace contacto con el objetivo de alguna manera con la esperanza de descubrir información vital que le ayudará a acceder al sistema. La principal forma en que los hackers obtienen los resultados deseados durante esta etapa es la de la ingeniería social. Además de la ingeniería social, los hackers también pueden utilizar una técnica llamada recolección urbana, que es cuando un hacker, literalmente, bucea en un contenedor de basura con la esperanza de encontrar los documentos que los usuarios han tirado, lo cual le ayudará a obtener acceso a una red.
  3. Finalización del ataque: Esta es la etapa en la que el hacker invadirá al objetivo preliminar que había planeado atacar o robar. En este punto, muchos hackers pueden ser atraídos o atrapados por sistemas conocidos como honeypot (trampa colocada por el personal de seguridad informática).
  4. Por el contrario, los hackers de sombrero negro (del inglés, black hat), también conocidos como crackers muestran sus habilidades en informática rompiendo sistemas de seguridad de computadoras, colapsando servidores, entrando a zonas restringidas, infectando redes o apoderándose de ellas o creando virus, entre otras muchas cosas utilizando sus destrezas en métodos hacking. Rompen la seguridad informática, buscando la forma de entrar a programas y obtener información o generar virus en el equipo o cuenta ingresada. Muchos de ellos puestos en prisión con todos los rigores de las leyes depende lugar donde se cometió el hecho. Los hackers infectan de virus y software espía nuestros ordenadores. Nos roban las cuentas bancarias, nuestros datos y nuestras fotos íntimas, que luego cuelgan en Internet o venden al mejor postor. Inundan la red con información falsa, y su poder es tan grande que han influido en las elecciones de países como Estados Unidos, Reino Unido y España. Muchos dicen que Donald Trump o el Brexit, son consecuencia de sus acciones. Estos hackers que se dedican a la delincuencia se llaman hackers de sombrero negro o crackers. Los hackers son, al mismo tiempo, demonios y ángeles guardianes. Dos caras opuestas de una misma moneda. Seguramente, la profesión más fascinante y enigmática del mundo. Muchos de ellos se rehabilitaron al convertirse en adultos, cambiando el sombrero negro por el blanco. Pero otros terminaron con su vida de forma trágica. El joven Jonathan James pasó a la historia al convertirse en el primer hacker adolescente que fue condenado a prisión, en el año 2000, cuando solo tenía 16 años de edad. Con apenas 15 años James entró en los ordenadores de la NASA y robó el software de la Estación Espacial Internacional que controlaba el soporte de vida y otros sistemas críticos. También entró ilegalmente en la Agencia para la Reducción de Amenaza de la Defensa, un organismo que analiza las amenazas internas y externas de Estados Unidos. Jonathan James fue detenido por el FBI y condenado a 7 meses de arresto domiciliario, y prohibición de usar Internet. Si hubiese sido adulto habría sido condenado a 10 años de cárcel. El joven Jonathan James pasó a la historia al convertirse en el primer hacker adolescente que fue condenado a prisión, en el año 2000, cuando solo tenía 16 años de edad. Jonathan James

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente